Desde su descubrimiento a principios del siglo XX en la Sierra Minera de Cartagena-La Unión la jara de Cartagena ha sufrido un declive continuado de su población. Este descenso en el número de individuos pudo favorecer la formación de híbridos con la jara blanca (Cistus albidus), mucho más abundante en el área y con mayor presión polinizadora. Si bien esto supone una gran amenaza para la salvaguarda de la “pureza” de la jara de Cartagena, también es cierto que estos fenómenos de hibridación suceden en las poblaciones africanas de forma natural y frecuente. Hoy en día, existe consenso entre expertos en la biología de la especie y técnicos en conservación acerca de la importancia genética y filogenética de estos fenómenos y el reto que supone conservar toda la diversidad genética de la especie.
Por ello, unos de los objetivos del presente proyecto de conservación de la especie es el rastreo de eventos de hibridación mediante marcadores moleculares de genes del cloroplasto y ribosomales. Estos marcadores nos pueden permitir distinguir a nivel del ADN los individuos “puros” de jara de Cartagena (C. heterophyllus subsp. carthaginensis) de los individuos híbridos (Cistus x clausonis), tanto de la población natural como de los individuos cultivados en vivero. La caracterización morfológica en esta especie no resulta demasiado fiable, debido al reducido número de descriptores morfológicos, en muchos casos influenciados también por la climatología. Por eso, la idea es que la caracterización molecular que vamos a realizar complemente a la morfológica y nos permita diferenciar con gran fiabilidad entre individuos puros e híbridos de jara de Cartagena.
Con este fin, en las últimas semanas se han recolectado hojas frescas de los individuos vivos de la población original de jara de Cartagena en el Llano del Beal y de un buen número de ejemplares cultivados en vivero a partir de semillas recolectadas en la población natural.
A partir de las hojas, ya se ha realizado la extracción de ADN y tenemos el material listo para comenzar el estudio genético. Los marcadores moleculares que se van a usar se denominan “código de barras” y permiten identificar con alto grado de resolución especies, poblaciones y variedades, por lo que resultan idóneos para este estudio.
El conseguir unos resultados satisfactorios con esta caracterización molecular, permitiría la creación de una colección de referencia de individuos puros para preservar de forma representativa la diversidad genética de la especie sin trazas de hibridación, a la vez que multiplicar de manera efectiva el material reproductivo (semillas o material vegetativo) de genotipo puro para hacer frente a lo largo del tiempo a las demandas de nuevos proyectos de conservación.
Os iremos avanzando los primeros resultados que vayamos obteniendo.
¡Cruzaremos los dedos!